jueves, 8 de noviembre de 2007



La Luna cerró los ojos y me pidió que la llevara a algún lugar...
¿Por qué ese lugar? Porque los sábados se llena de risas y los domingos de olvido, porque tiene el encanto de los edificios antiguos que pierden miradas y ganan grietas, porque mi vida empezó allí un día cualquiera, porque si cierras los ojos aún puedes oír a los recuerdos tocando en aquel piano de cola con las teclas raídas por las manos que lo mantuvieron vivo, porque las raíces de un árbol es la mayor aventura de un grupo de niños, porque la biblioteca sigue impresionándome tanto como la primera vez que entré, porque músicos y demás locos gritan sus historias, porque a veces me hace sentir vértigo al pensar todo lo que ha pasado en ese lugar, porque mis pies necesitan peregrinar de vez en cuando por allí, sin motivo...
Por más lugares...
a dreamer.
Pd: La foto, un domingo cualquiera, hace 2 años. ¿Por qué? Por el lugar, simplemente.